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La crisis económica profundizada por el régimen de Nicolás Maduro impulsó el desempleo a niveles nunca antes vistos. Frente a esto, los venezolanos se las ingenian para sobrevivir y lograr mantener a sus familias con un poco de comida en la mesa.
El negocio de la venta de basura ha tenido un auge entre aquellos que se rebuscan la vida. Los llamados “chatarreros”, venden piezas usadas a bajo costo y aceptan efectivo en bolívares o en divisas extranjeras.
“Ahorita como están las circunstancias la gente tiene algo en su casa y dice para llevarlo al chatarrero para comprar una harina pan o unas sardinas”, dijo Juan Vera, vendedor de chatarra.
Por su parte, Carlos Guillén, otro chatarrero, explicó que si el cliente no tiene dinero en efectivo, también aceptan comida como forma de pago.
Vera y Guillen dijeron que la crisis del país los ha obligado a vender chatarra porque un trabajo formal no les sería suficientemente lucrativo.
Estos ciudadanos prefieren exponerse a ser detenidos por este oficio a encontrar otro tipo de empleo.
